1. Olvidarse de parpadear, en los ambientes secos dejar de parpadear representa un gran riesgo para la Salud visual, sobre todo en las mujeres a partir de los 55 años. Dejar de parpadear puede contribuir a generar ojo seco, entre otros malos hábitos como el estar frente al computador o expuestos al aire acondicionado. Parpadear es una acción natural que provee la lubricación y limpieza de la superficie ocular, y por lo tanto no debe olvidarse.
2. Aléjate del humo del cigarrillo, la exposición al viento en exceso, el humo y agentes químicos. Los ambientes contaminados pueden desencadenar ojo rojo y resequedad extrema en nuestro sistema ocular.
Los lubricantes oculares pueden ayudar a mejorar los síntomas de rechazo a la contaminación, pero la solución es la eliminación de estos agentes contaminantes; pues el uso abusivo de medicamentos puede desencadenar otras patologías oculares no reversibles.
Las gafas de sol con el filtro de protección adecuada aportan una protección importante no sólo a la exposición solar, sino también a los agentes contaminantes externos, que combinados con el viento pueden ocasionar grandes molestias a nuestros ojos.
3. Maquillarse los ojos con productos que no son los apropiados. En su mayoría, los productos estéticos son probados y evaluados para cumplir con la seguridad de sus destinatarios, pero en ocasiones nos exponemos a marcas de productos no tan cuidadosas que someten a nuestros ojos y piel a situaciones extremas que conducen a irritaciones y alergias. Otro factor que hace el maquillaje susceptible a contribuir con el deterioro de nuestra salud visual es compartir el maquillaje, al compartirlo con otras personas o el caso de las salas de belleza, el maquillaje se convierte en un vehículo transmisor de bacterias.
4. Los lentes de contacto deben ser un complemento, los lentes de contacto deben tomarse como un agente estético y no como una solución médica; por este motivo se recomienda usarlos sólo algunos días, o durante parte del día. De igual manera su limpieza debe ser adecuada y en coherencia con las recomendaciones del médico oftalmólogo. El uso prolongado de los lentes de contacto puede generar a largo plazo lesiones en el ojo.
5. Se recomienda tener especial cuidado con el uso de lentes cosméticas. Es preferible seguir las recomendaciones del oftalmólogo para esta clase de lentes, así se trate de un tema estético ya que podrían afectar severamente nuestra salud visual.
6. No utilizar la protección solar, unas buenas gafas de sol evitarán la exposición total de la superficie ocular a los rayos solares, las inclemencias del tiempo, los destellos excesivos de luz, frio y calor. Además protegerán la estructura externa del ojo, los párpados, los cuales están integrados por una capa de piel muy sensible para permitir su movilidad, pero la cual es susceptible a lastimarse con los cambios extremos de temperatura.
7. Frotarse los ojos, en los niños es frecuente tener esta mala práctica generando alteraciones refractivas que desencadenan en las patologías oculares más comunes como: miopía, hipermetropía, astigmatismo e incluso queratocono. Esta mala práctica aunque es más frecuente en los niños también se presenta en adultos generando los mismos inconvenientes. Frotarse los ojos es una acción que debe evidenciarse en el paciente y corregirse para poner a salvo la salud visual.
Estos malos hábitos son fácilmente evidenciables en consulta por eso te recomendamos visitar al oftalmólogo 1 vez al año.